Arribó a la Ciudad de Buenos Aires en el 2015 acompañado de un grupo de amigos. Marcos, Niky, Eugenia, Luis, Larreta, Gabriela, Lilita y otros más fueron engrosando el grupo.
Mientras Larreta se hacía cargo de manejar los hilos en la Ciudad, Mauricio se dedicó a perfeccionar el arte del ilusionismo y la hipnosis colectiva.
Después contrató a un sociólogo español, necesitaba tener un perfil de la sociedad; saber cuáles eran sus apetencias, su modo de vida, sobre todo de la clase media y media alta; cuál sería la posición de los grupos económicos cercanos al poder ante una contienda electoral.
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