A mediados del año 2013 el Dr. Dauro, como todos los días, se dirigía en su auto hacia los barrios carenciados con un alto grado de vulnerabilidad a prestar servicios en una unidad sanitaria que atendía a los residentes de Loma Hermosa, Barrio Libertador, Puerta 8, Costa Esperanza.
Sigue leyendoInteligencia artificial, soledad real
Franco León había recibido una herencia de sus familiares de España, sus 30 años lo colocaban en una posición de juventud y solidez económica. Vivía sólo y trabajaba en una empresa de informática. Contaba con una gran fortuna, por lo que decidió comprar un robot que, con la programación adecuada, podría hacer las actividades de la casa- desde la limpieza hasta la comida.
Sigue leyendoEl portón metálico negro
Cada día, en mi nueva tarea de hacedor de luces, recorría las calles. Salía a diferentes horas, dado el cambio de estaciones del año. Al concluir la tarea y luego de cenar, me recluía en mi habitación. La noche, con su silencio, era un refugio para estudiar. Mi perro boby -un ovejero alemán- me acompañaba recostado sobre la cama, observando cada movimiento. A un costado de la cama, había una mesa, una silla, la biblioteca y algo de ropa colgada precariamente.
Sigue leyendoEl barrio también los atrapó
Una noche de carnaval en los barrios de Bañado de Flores, Boedo y Parque patricios, los fantasmas que habían vivido esas fiestas regresaron a festejar nuevamente. Se unieron viejos adversarios de San Lorenzo y Huracán para rememorar aquellos carnavales, las rivalidades fueron dejadas de lado. Los fantasmas resolvieron, como lo habían hecho antes, volver a ser atrapados por el barrio y disfrutar desde el sobrevuelo de las casas, del crecimiento y los juegos de sus hijos y nietos, también atrapados en la pertenencia al barrio. Volvieron para disfrutar de hacer un baile en el club Riestra, otro en el viejo gasómetro de Avenida La Plata, invitando a sus viejos adversarios a compartir los bailes del azulgrana.
Sigue leyendoUn día los animales emigraron
En el año 2030 algo inusual se gestó en las selvas. Los animales se estaban reuniendo, la mayoría había desarrollado facultades que al ser humano le llevó miles de años: poder comunicarse.
A través de un lenguaje oral y gestual se estableció entre ellos una charla donde se decidió la forma de organización que los animales tomaron para emigrar a las grandes ciudades. El desplazamiento en grupos de distintas especies; elefantes por su memoria, leones, tigres y pumas por su fuerza y destreza, para la defensa en caso de ataque humano, monos por su parecido humano y su capacidad de comunicación, ciervos para llevar los mensajes de un grupo a otro, rinocerontes, búfalos y jabalíes por si se necesitara emplear fuerza de choque ante la posible ausencia de diálogo, jirafas para observar movimientos, todas las especies de pájaros para suministrar información aérea, cocodrilos y caimanes por aquellos que llegan por los ríos cercanos a la ciudad.
Sigue leyendoEl hacedor de luces
Finalizaba la década del setenta. Las calles de mi barrio (Parque Patricios), eran adoquinadas. Las veredas, eran lavadas desde horas tempranas, una costumbre que generaba sana competencia entre vecinos (por cuál lucía más limpia).
Era común ver los cajones metálicos cargados de botellas de leche en la puerta del almacenero, que luego él colocaba en las heladeras. Más tarde, la gente del lugar se movilizaba a sus trabajos. La mañana se iba poblando de pasos. Las madres y sus niños con guardapolvos, salían hacia la escuela. Al volver, pasaban por la feria, la panadería o el almacén, lugares en los que aprovechaban para charlar y contarse chismes. Luego regresaban a sus casas.
Sigue leyendoVolvieron a la isla
Pasaron seis meses cuando Marcos, Nicolás y Javier decidieron volver a la isla. Todavía recordaban aquella noche en que el río había crecido, los ruidos extraños en esa soledad y los muertos hallados al amanecer sobre el puente y un tirante que sobresalía de la casa.
El regreso a la isla era para acondicionar la casa, pintar los pilotes de madera con alquitrán y además utilizar pintura con laca marina para la casa y preservarla de futuras crecidas del río. Esta vez, llevaron comida para los días que les ocupara el trabajo y por las dudas tres salvavidas.
Sigue leyendoAtrapados por el barrio
El barrio del bañado Flores tenía algo muy particular, sobre todo en las cuadras que se encontraban entre José María Moreno, Chiclana, Cobo, Avenida La Plata. Dentro de esa geografía se repartían pasajes, cortadas, calles, lugares, las cinco esquinas.
Las avenidas y unas pocas de las calles transversales eran las que tenían empedrado. Los pasajes, como Arquímedes y La Trilla eran de tierra las que cortaban, junto con lanza, Del Bañado y Tilcara a la calle Somellera. También se encontraban las cinco esquinas, lugar de convergencia de Gual, Tilcara, Somellera, cerca de Fournier y Drumond. Las calles que luego de Cobo tomaban otros nombres: Beauchef, Albarracín, Viel, Doblas, Senillosa. Las paralelas a Cobo: Zelarrayán, Zañartu, Saraza, Balbastro.
Sigue leyendoTerror en la isla
Era verano, los días transcurrían con intenso calor. Marcos, les comentó a sus amigos Nicolás y Javier, — mi padre tiene una casa en una isla del Tigre—. La misma se situaba a un poco más de una hora pasando el Canal Arias.
—¿Qué les parece si nos organizamos para salir el viernes por la tarde, así tendríamos sábado y domingo para disfrutar, explorar, pescar? —comentó Marcos.
El león, el ciervo y el cazador
En Diciembre de 2016 un grupo formado por antropólogos, sociólogos, biólogos, ingenieros en informática, especialistas en sistemas y médicos neurólogos entre otros, contando con el más sofisticado equipo técnico, enlaces de redes y seguimiento permanente por sistema satelital y la financiación del proyecto que proveería la Fundación Conductas Diversas.
El proyecto consiste en implantar en un león y un ciervo un chip de inteligencia artificial mediante el cual, de acuerdo a los impulsos internos, se generan algoritmos de conducta para analizar las situaciones diarias de persecución, hambre, sed, estrés de y por la caza.
Sigue leyendoEl ilusionista
Arribó a la Ciudad de Buenos Aires en el 2015 acompañado de un grupo de amigos. Marcos, Niky, Eugenia, Luis, Larreta, Gabriela, Lilita y otros más fueron engrosando el grupo.
Mientras Larreta se hacía cargo de manejar los hilos en la Ciudad, Mauricio se dedicó a perfeccionar el arte del ilusionismo y la hipnosis colectiva.
Después contrató a un sociólogo español, necesitaba tener un perfil de la sociedad; saber cuáles eran sus apetencias, su modo de vida, sobre todo de la clase media y media alta; cuál sería la posición de los grupos económicos cercanos al poder ante una contienda electoral.
Sigue leyendoRegresaron a la Butteler
Una noche mientras caminaban por el Abasto, el polaco y Enrique , sintieron deseos de beber. Entraron al bodegón de Carlos Gardel y Anchorena. Se posicionaron dentro de dos cuerpos, querían volver a sentir el gusto de una ginebra. Los poseídos por los fantasmas experimentaron frío, pero al ir sorbiendo la ginebra, su cuerpo tomó temperatura nuevamente. Salieron de esos cuerpos riendo por la aventura realizada.
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